Después del asesinato de Julio César se crea el caos y un vacío de poder que es ocupado por tres generales: Octaviano, Marco Antonio y Lépido. Los tres se acaban repartiendo el Imperio, Lépido es pronto apartado, quedando solo los otros dos generales. Marco Antonio llevará una relación con Cleopatra, la reina de Egipto que le hará ir a la guerra frente a Octaviano. Este los derrota en la batalla de Accio del 31 a.C. Después, Octaviano tendría todo el poder y en el 27 a.C. fue nombrado Augusto empezando la era del Imperio.