De acuerdo con el Índice global de crimen organizado 2021, el continente americano es el tercero con mayores niveles de criminalidad. Al ser un continente rico en recursos no renovables, abundante en flora y fauna, los mercados criminales ambientales ocupan un lugar destacado en el panorama del crimen organizado.
El tráfico de oro se ha identificado como una economía ilícita dominante en Venezuela, Surinam y Perú. En Brasil, el comercio de madera ilegal ha dado lugar a la deforestación de grandes extensiones de la Amazonía y el tráfico de fauna silvestre exótica ha puesto en peligro los delicados ecosistemas del país y amenaza con la extinción de varias especies.
Sin embargo, aunque la región muestra una alta presencia de actores y redes criminales, también alberga activistas, pueblos indígenas y comunidades locales que están al frente en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y el deterioro climático, tratando de contrarrestar la influencia criminal. Muchas de estas valientes personas…son mujeres.
Presentadora: Ana Castro, Gerente de programas para Centroamérica, Global Initiative Against Transnational Organized Crime
Invitada:
Diana Siller, Directora general de la organización Justicia Ambiental y Derechos Humanos (JADE A.C.) y parte de la Red de expertos GI-TOC
Sandra Terán, ingeniera geógrafa especializada en desarrollo sostenible y gestión del territorio. Beneficiaria de la edición 2022 del Fellowship del Fondo Resiliencia GI-TOC
Martha Toledo, Filósofa, educadora y líder ambientalista, Directora del proyecto Liwi, que preserva y comercializa la flor de...